Las reiteradas reformas de las que ha sido objeto la Ley de Propiedad Horizontal de 21 de julio de 1960 Nota , especialmente las más profundas llevadas a cabo mediante la Ley 8/1999 nacida a instancias de la Iniciativa Legislativa Popular promovida por los Administradores de Fincas y, la más reciente, de la Ley 8/2013 de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana, han tratado de adaptar el texto original, nacido hace prácticamente 60 años, a las nuevas necesidades de las Comunidades y de los edificios. Sin embargo, como suele ser también habitual, cuando el legislador promueve reformas puntuales en un texto consolidado tratando de solucionar un determinado conflicto, suelen provocarse otros nuevos, generando disfunciones, imprecisiones o incoherencias difíciles de resolver para los comuneros y los agentes intervinientes, que son los Administradores de Fincas colegiados. La problemática convivencial generada en las Comunidades de Propietarios y residentes como consecuencia de las Viviendas de Usos Turísticos en los edificios en propiedad horizontal, de la que se viene haciendo eco la práctica totalidad de los medios de difusión durante estos últimos meses e incluso años, ha propici