El art. 1.1 ET determina los elementos o rasgos que caracterizan al trabajador sujeto del Derecho del Trabajo, ofreciendo a los operadores jurídicos criterios generales que permiten distinguir a este de otros sujetos: son parte de una relación laboral los "trabajadores que voluntariamente presten sus servicios retribuidos por cuenta ajena y dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, física o jurídica denominada empleador o empresario".

Personalidad. El Derecho del Trabajo exige para su aplicación que la prestación laboral se realice de modo personal por el trabajador (que ha de ser en todo caso una persona física) pues personalísima es la obligación que nace del contrato de trabajo.

 Voluntariedad. La voluntariedad del trabajador en cuanto a la prestación de servicios es un elemento que jurídicamente no presenta ninguna particularidad de relieve respecto de las reglas generales de los contratos (art. 1.261 CC). Quiere decirse con ello que las partes vinculadas por una relación de trabajo han de manifestar su voluntad en asumir el contenido de lo pactado, la causa de la prestación laboral. La ausencia de voluntariedad de alguna de las partes o la concurrencia de vicios invalidantes de la misma operan automáticamente como causa de nulidad del contrato.

Retribución. El trabajo que voluntariamente se presta ha de ser retri