Vías para mejorar en el tratamiento preventivo para evitar muertes por violencia de género

La reiteración en las cifras de fallecimiento de mujeres víctimas de violencia de género a lo largo de 2007 y su comparativa con años precedentes hace que nos tengamos que replantear en qué medida podemos mejorar para tratar de prevenir estos hechos luctuosos que nos demuestran que nos queda un largo recorrido en la protección de muchas mujeres indefensas que siguen falleciendo por las cobardes manos de sus maridos o parejas.

Ya no se trata de buscar soluciones exclusivamente desde el punto de vista penal, sobre lo que ya se ha trabajado bastante en numerosas reformas, tales como la 11/2003 (elevación de la categoría de faltas a delito), 15/2003 (punición con pena privativa de libertad en el quebrantamiento de medida cautelar ex art. 468 CP) y la reciente 1/2004 sobre medidas de protección integral. A lo sumo, quizás, podríamos mejorar mediante la aprobación de una de las conclusiones que aprobamos en un reciente congreso de criminología y derecho penal que celebramos en Alicante entre los días 8 y 10 de noviembre de 2007, a saber: el cumplimiento íntegro de penas en los casos de delitos de violación u otros delitos contra la libertad sexual, por el tremendo daño físico y psicológico que causan a sus víctimas, y en los delitos de homicidio o asesinato. En este sentido, quizás el cumplimiento íntegro de las penas a los condenados por delitos de homicidio o asesinato en los casos de violencia de género sería una respuesta adecuada e igualitaria a otras respuestas que se han da