Qué duda cabe de que la protección de datos es una de las grandes preocupaciones de todos aquellos que asesoramos a Comunidades de Propietarios, y sepín se ha mostrado desde un principio especialmente sensible a toda su problemática.

Dicha preocupación no viene dada tanto por el cumplimiento de la legislación aplicable y el respeto a los derechos fundamentales de las personas físicas, como debería ser, sino que, lamentablemente, son las duras sanciones que la Agencia Española de Protección de Datos impone en ocasiones las que despiertan la inquietud de la mayoría. A ello hay que añadir el comportamiento de algunos ciudadanos que utilizan la "barata" denuncia ante la agencia, no tanto como medida legítima de protección de sus derechos, sino como medio de coacción o incluso de simple venganza. Tampoco faltan por último profesionales, afortunadamente los menos, que sin la suficiente preparación ven en la protección de datos la forma de obtener pingües beneficios, aprovechando el desconocimiento general que reina sobre la materia.

Como consecuencia de ello, consideramos que las cosas deben ponerse en su justa medida y que el cumplimiento de la legislación sobre protección de datos no implica la adopción de medidas extraordinarias, sino el cumplimiento estricto de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal y, sobre todo, por cuanto es el motivo principal de las sanciones que se imponen,