A diario, en los medios de comunicación de todo tipo, aparece el tema de los arrendamientos urbanos de viviendas, contando siempre los casos más llamativos y dramáticos, olvidando que hay cientos de miles donde todo transcurre con tranquilidad y el arrendador (normalmente la propiedad) es una persona física normal que no tiene nada que ver con las entidades financieras y los fondos de inversión, que se limita a cobra una renta, muchas veces pequeña, que ayuda económicamente a su vida diaria. Es decir, solo se publican los abusos, pero no la "normalidad" del casi 80 % de alquileres entre particulares.

Pero ya es el colmo de la desinformación (creo que por falta de conocimiento legal y porque eso llama mucho la atención) cuando se dice que han lanzado a una persona mayor que llevaba arrendada 40 o 50 años, porque le ha vencido el plazo. Eso es un gran error y una falsedad, como veremos más adelante.

Por todo ello, considero necesario, aunque de manera somera, hacer una exposición de la situación de todos y cada uno de los arrendamientos de viviendas posibles en nuestra legislación. Lo hago con destino a los p