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TS, Sala Segunda, de lo Penal, 684/2021, de 15 de septiembre. Recurso 10154/2021. Con Comentarios

Ponente: VICENTE MAGRO SERVET
SP/SENT/1113993
RESUMEN

Condena por delitos de maltrato habitual, amenazas y agresión sexual con acceso carnal en el entorno familiar. Desestimación del recurso del condenado por el TSJ y análisis de la racionalidad de la valoración probatoria. No vulneración de la presunción de inocencia.Declaración de las víctimas debidamente valorada por el Tribunal y refrendado por el TSJ.Características del maltrato habitual.Articulación "per saltum" de motivos en casación no expuestos en sede de apelación ante el TSJ.

 La asunción de la declaración de la víctima y su veracidad no supone un ataque frontal a la presunción de inocencia, pues emerge como una auténtica prueba de cargo y además está corroborada por otras declaraciones
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 El maltrato habitual se incrementa cuando la víctima intenta salir de él y en este escenario, el acusado maltrataba y vejaba a su pareja y llevó a cabo una agresión sexual sobre la hija de esta
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 Características del maltrato habitual
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 Maltrato de forma permanente en un hogar en que las víctimas han descrito el sufrimiento padecido hasta el último episodio de agresión sexual a la hija de su pareja, a sabiendas de que había sido víctima de otro delito contra la libertad sexual
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ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de La Coruña instruyó sumario con el nº 818/2018 contra Maximiliano, y, una vez concluso, lo remitió a la Audiencia Provincial de La Coruña, Sección Primera, que con fecha 22 de julio de 2020 dictó sentencia que contiene los siguientes Hechos Probados:
" Maximiliano, mayor de edad y con antecedentes penales no computables, mantuvo una relación sentimental con Dulce durante dos años. Ambos convivieron, en el domicilio ubicado en el piso NUM000 de la RONDA000, en la ciudad de A Coruña, junto con las hijas de Dulce, Maite y Elisa, nacida el NUM001 de 2001. La relación entre Maximiliano y Dulce se deterioró de forma gradual, influyendo en ello la pérdida de su empleo y un consumo cada vez más frecuente de alcohol y de la cocaína por el primero, lo que motivaba comportamientos cada vez más agresivos en el domicilio. En un principio Maximiliano comenzó a controlar el tiempo que ella pasaba fuera de casa, a revisar su teléfono móvil o a criticar la gestión doméstica diaria, para dirigirse después de forma desconsiderada a Dulce, a la que culpaba de su situación personal y le llamaba "puta" y "borracha". Cuando lo hacía en presencia de sus hijas éstas se enfrentaban con él para defenderla. Paulatinamente el acusado amplió los términos con los que se dirigía a la mujer, diciéndole "te voy a matar", "voy a dedicar mi vida a arruinar la tuya", "te voy a rajar a ti y a tu hija mayor en una es