El principio iuris novit curia y el auto de 8 de octubre del TSJ de Madrid que denegó la ratificación de las restricciones

No albergo ninguna duda de que, entre los asuntos enojosos para la sociedad civil, uno de los más importantes es el comportamiento de la clase política Nota . Que el estamento político no está dando la talla en la actual coyuntura de crisis económico-sanitaria es un hecho notorio que no precisa demasiado derroche oratorio. Partidos gobernantes y en la oposición están enfrentados en una espiral de codazos y zancadillas en las antípodas del espíritu de colaboración que sería deseable para superar una crisis del calibre del que sufre la humanidad, que se está cobrando contagios, muerte y destrucción de empleo en cifras escalofriantes. El clima es irrespirable. Cuando creíamos que las cosas no podían ir a peor el Gobierno central y el de la Comunidad de Madrid han protagonizado un episodio bochornoso con motivo de qué medidas convienen a los altos porcentajes de contagio en este territorio. Se ha abierto de este modo un capítulo que sobrepasa la dialéctica de partidos y entra de lleno en un enfrentamiento cainita de la peor especie. Descender al lodazal de quién tiene la razón en este conflicto implicaría colocarnos a su altura -más bien bajura-, tentación en la que al menos este intérprete no va a caer. O sí. Pues en realidad la culpa la