La relación laboral de carácter especial del personal de alta dirección

El Estatuto de los Trabajadores contiene el régimen jurídico aplicable a las relaciones laborales. No obstante, en su art. 2 señala ciertas relaciones que, pese a mantener la condición laboral, se alejan del régimen común presentando peculiaridades que hacen necesaria su regulación específica. De este modo, hemos decidido centrar el estudio jurisprudencial del presente Cuaderno en una de dichas relaciones especiales: el personal de alta dirección. El punto de partida de nuestro análisis no puede ser otro que la delimitación del concepto "alta dirección", es decir, comenzaremos señalando quiénes se encuentran dentro del ámbito de aplicación del Real Decreto 1382/1985, de 1 de agosto, por el que se regula la Relación Laboral de Carácter Especial del Personal de Alta Dirección. Así, el art. 1.2 dispone: "Se considera personal de alta dirección a aquellos trabajadores que ejercitan poderes inherentes a la titularidad jurídica de la empresa, y relativos a los objetivos generales de la misma, con autonomía y plena responsabilidad sólo limitadas por los criterios e instrucciones directas emanadas de la persona o de los órganos superiores de gobierno y administración de la entidad que respectivamente ocupe aquella titularidad". Pese a la claridad de este precepto legal, existen numerosos pronunciamientos jurisprudenciales, de los cuales hemos recogido los más relevantes o actuales, dedicados a decidir sobre la naturaleza común o especial de una relación laboral, destacándose que lo que caracteriza la relación laboral del personal de alta dirección es la participación en la toma de decisiones en actos fundamentales de gestión de la actividad empresarial con independencia de si dicha actividad se refiere al ámbito sanitario o de una Administración Pública.