Relación de superioridad
Resulta probado el acoso laboral: el acusado, jefe directo de la víctima, actuó a sabiendas de la inestabilidad psicológica de esta y del impacto emocional que supondría obligarla a desempeñar tareas impropias de su estatus laboral
La situación de subordinación de la víctima con respecto al acusado que era su jefe que queda probada por la declaración del testigo confirman el moobing o acoso laboral imputado
El recurrente pretendió hacer ver que todo fue consecuencia de la incompetencia del querellante y de sus avatares y no del acoso laboral al que lo sometió desde su posición de alcalde
La práctica desconsiderada, grosera, maleducada e irrespetuosa del superior con sus subordinados por más de un año no puede desligarse del mobbing
El encargado del hotel incurrió en mobbing, causando la baja laboral y consecuencias psíquicas en la víctima; durante dos meses tuvo especial empeño en desacreditarle y vejarle de forma sistemática
Delito contra la integridad moral en el ámbito laboral; el acusado, Regidor de la localidad, favoreció un clima nocivo para con la integridad psíquica de la víctima en el ámbito de su trabajo como Arquitecto Municipal
Gravedad del acoso
La expresión "grave acoso" utilizada en la sentencia no describe la conducta del acusado sino las conductas que podían constituir el acoso laboral, no quedando sin contenido la condena por la supresión de la expresión citada
Un solo acto de humillación de especial significación puede llenar las exigencias del ilícito en base a la intensidad degradante que proyecte sobre la víctima
Actos hostiles o humillantes reiterados
El acusado, como superior, dispensó a la víctima un continuo trato vejatorio con descalificaciones y humillaciones constantes que hacían irrespirable trabajar provocando en ella un trastorno depresivo mayor y otro de estrés postraumático
Los actos de hostigamiento y degradación llevados a cabo por el alcalde hacia la denunciante son constitutivos del delito de acoso laboral en concurso con delito de lesiones psíquicas, que requirieron tratamiento médico
Las expresiones vertidas por el encargado a la empleada tales como inútil, gocha, imbécil, no vales para nada, así como su burla y risas cuando aquella reaccionaba llorando no dejan espacio para la duda del acoso a la que la sometía
La reiteración de transgresiones contra la dignidad del ser humano, aunque sean de una entidad levísima, menoscaba la integridad moral del trabajador
Supone acoso laboral que durante el tiempo que la víctima trabajaba, el acusado, su superior, delante de los clientes, le dirigiera expresiones como "eres una gocha, una hija de puta, guarra, ladrona...", levantándole la mano en una ocasión
Queda acreditado que cuando la víctima trabajaba en la estación de servicio, el acusado, su jefe, le insultaba, humillaba y se burlaba de ella delante de los demás de forma vejatoria; así lo acreditan los testigos en el plenario